LOS LIBROS NO MUERDEN, PERO TE MARCAN

Hoy se celebra el Dia del Libro a nivel mundial, en homenaje a la muerte de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, los tres en el año 1616. También sirve como objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor, y desde 1988 es una celebración internacional promovida por la UNESCO.
Pocas cosas nos dan un viaje tan intimo como leer un libro y estar compenetrado en esa lectura, quizá pueda compararse con el mate de la mañana, aun con los pelos parados mirando hacia algún punto fijo con el silencio de la mañana, previo al arranque del día.
Estos tiempos de inmediatez, en donde todo pasa tan rápido y la tecnología avasallante nos tiene dominados, me ha quitado la habitualidad de leer, sin embargo retengo en mi memoria cada libro que leí de pibe, muchos de aventuras que luego se hicieron películas que ni mire.
También recuerdo el primer libro nuevo que me regalaron por mi cumpleaños, el olor a nuevo del libro es tan particular que te da pena tan siquiera tocarlo por temor a estropearlo. Era uno de Eduardo Galeano, “El Futbol a Sol y Sombra”, lo releí mas de una vez por gusto y por incomprensión en algunos de sus textos.
Otro que me marco fue “En el Camino” del escritor Beatnik, Jack Kerouac. Aquella novela relataba los viajes de el y sus amigos por los Estados Unidos y México entre 1947 y 1950, y convirtió en mito a la ruta 66. Me acuerdo que Flasheaba con esas historias y esos autores que luego fueron de gran influencia e inspiración para “la cultura rock”.
Los libros nos permiten conectar y ponernos en la piel de otras personas o personajes (dependiendo cual elijamos), ejercita nuestro cerebro, y nos ayuda a conocer, aprender y recordar. Ya sean científicos, literatura, de viajes, biografías o libros de textos, cada uno de ellos libera nuestras emociones: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, amor.